Cécil una acróbata decía ante la cámara de TV que el Cirque de Soleil había organizado un campamento de verano para niños que habían sido abandonados por sus familias y que vivían en las calles de la ciudad de Mulan Bator en Mongolia. En este campamento se les enseñaba varios ejercicios acrobáticos como hacer saltos, montar en monociclo, lanzar aros en el aire.
La acróbata Cécil afirmaba que "Al principio los niños no querían hacer los ejercicios acrobáticos porque pensaban que no eran capaces de hacerlos ya que tenían una autoestima muy baja". "Incluso había algunos que se mostraban agresivos al principio y no confiaban en nosotros" añade.
Pero al final Cécil y los otros miembros del Cirque de Soleil les enseñaron bien cómo había que hacerlo. Los niños cuando vieron que ya les empezaba a salir los ejercicios acrobáticos se ponían muy contentos y felices. Por un momento, olvidaban todas las cosas malas que les habían pasado como: robar en los trenes, dormir bajo las alcantarillas de las calles...

La organización del Cirque de Soleil quiere volver a repetir esta experiencia el año que viene ya que ha estado muy positiva. Muchos niños han mejorado su nivel de estudios desde que empezaron este campamento de verano. Los niños ya no se sienten unos fracasados, se ven que son capaces de hacer muchas cosas en la vida y esto es algo muy positivo.
Cuando haya terminado el campamento de verano del Cirque de Soleil, estos niños no volveran nunca más a dormir en las calles sino que vivirán en un centro de acogida de jóvenes donde podrán seguir con sus estudios y practicando lo que más les gusta: el circo.
